Los molinos de viento, de los que hay cumplida presencia, se utilizaban en La Palma para elaborar «el gofio», polvo obtenido de moler cereales (trigo, cebada) y en épocas de crisis de raíces de helecho. Tienen un mecanismo especial debido a unas innovaciones realizadas por un señor de Santa Cruz de la Palma llamado Don Isidoro Ortega, por lo que la técnica se denominó «técnica Ortega». No cabe duda del interés tanto histórico, como arquitectónico y cultural de estas edificaciones.

Garafía cuenta con cuatro magníficos ejemplares de estos molinos, estando tres de ellos muy cercanos al Camino Real de la Costa, concretamente el de Las Tricias, el de El Calvario y el que se encuentra en el núcleo de Santo Domingo, existiendo uno más, en la zona de medianías de Llano Negro.

Estos molinos son de construcción antigua, realizadas hace más de un siglo utilizando materiales de la zona tales como la tea o la piedra.

Actualmente está culminanda la rehabilitación del molino de Las Tricias en el cual se situa el actual MIGO (Museo de Interpretación del Gofio) donde podrá conocer el proceso utilizado de forma tradicional, y hasta fechas relativamente recientes, para la elaboración del gofio, desde que se seleccionaba el grano, se tostaba, y por supuesto, su molienda. Todo ello ubicado en un subterráneo y totalmente integrado en el medio, para limitar un posible impacto medioambiental.