En la comarca Noroeste de La Palma la tradición vitivinícola siempre estuvo íntimamente relacionada con el pinar, en cuyos terrenos se cultivaba, y de cuyos árboles se obtenía la madera de tea con la que se construían toneles, pipas y lagares en los que se producía el vino. Como resultado espontáneo de esta relación surge un vino con unas características singulares: el Vino de Tea, para el que existe una mención de calidad para la subzona Norte de la isla en el Reglamento de la Denominación de Origen de Vinos de La Palma y su Consejo Regulador.

El desarrollo esperanzador en el que se encuentra la viticultura y la vinicultura en La Palma está contribuyendo a rememorar y resucitar la consideración que en otras épocas tuvieron nuestros vinos. Este ambiente favorable de crecimiento y expansión debe ser aprovechado para recuperar las tradiciones y peculiaridades de la producción de vinos en la isla como un recurso que los enriquezca y distinga.

La viña aquí, se cultiva en forma de vaso bajo, en suelos muy evolucionados y fértiles, en pendientes muy pronunciadas, que han sido abancaladas a lo largo de los siglos para evitar la acusada erosión del suelo y como única forma de aprovechamiento frente a granes laderas y barrancos, constituyendo una viticultura de montaña en todo su esplendor.

Claro ejemplo de esto son nuestros paisajes, en los que podemos contemplar de nuevo los bancales de viña en toda las zonas altas del municipio, alrededor de las viejas bodegas con sus lagares tradicionales en los que destaca la gran viga de madera de tea que da al exterior, y que hoy conviven en armonía con las bodegas modernas en las que se ha introducido toda la maquinaria y tecnología necesarias para competir en calidad y producción con los vinos del territorio nacional, siempre sin renunciar al carácter artesanal de su elaboración. Éste es el caso de las Bodegas con Denominación de Origen que actualmente elaboran vino en la zona de Briesta, Hoya Grande, El Castillo, Las Tricias y Santo Domingo que han cosechado premios a nivel regional, nacional e incluso internacional con vinos de la variedad albillo principalmente y que han despertado a la zona del letargo de las últimas décadas.

Elaborados con variedades de Malvasía, Sabro, Bujariego, Listán Blanco, Albillo, Negramoll, Listán Prieto etc, que ya han desaparecido hace siglos en otras regiones europeas a causa de enfermedades, podemos decir que nuestras uvas proceden en su mayoría, de cepas centenarias únicas, singulares y originales, así como de un viñedo que se cultiva prácticamente de forma artesanal.

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Vinos de La Palma con Denominación de Origen
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